Si someterse a una operación ya no suele ser plato de buen gusto, imagínate despertarte durante el proceso.
Pues sí, aunque parezca mentira ha ocurrido en varias ocasiones, y aquí tienes historias que lo corroboran. Una experiencia cuanto menos traumatizante...
Historias de personas que se despertaron durante la cirugía
1- Héctor Alonso
Héctor iba a enfrentarse a una operación de cataratas en su ojo derecho, y como se suele hacer, le suministraron anestesia y se quedó dormido.
Sin embargo, se despertó en mitad del proceso y pudo ver como el cirujano le operaba. Incluso le suplicó que parara, pero este lo único que hizo fue taparle la boca con cinta adhesiva. Por desgracia, la cirugía falló y quedó completamente ciego de dicho ojo.
Alonso puso una demanda contra el cirujano y el hospital por la angustia y el sufrimiento mental causado, además de otros problemas.
2- Caroline Coote
Caroline tenía que realizarse una cirugía para que le extirparan la vesícula biliar. Le colocaron la anestesia, pero parece que esta empezó a filtrarse, por lo que poco después de empezar la operación se despertó.
Sin embargo, los relajantes musculares funcionaron a la perfección, y la mujer tuvo que quedarse allí aguantando el dolor sin poderse mover.
Finalmente, el anestesista notó un pequeño movimiento en su cabeza, notó que la presión arterial había aumentado significativamente, y se dio cuenta de la fuga.
Solucionó el problema y Caroline volvió a dormirse, pero cuando despertó sufrió un trastorno de estrés postraumático, depresión, ansiedad y ataques de pánico.
3- Jeannie Smith
Jeannie Smith tuvo que extirparse ambos ovarios. Para ello, le aplicaron la anestesia necesaria y entró en quirófano.
Sin embargo, algo falló y poco después se despertó. Paralizada por los medicamentos no podía hablar ni moverse, así que tuvo que soportar cada segundo de una operación de 45 minutos.
Una vez pasado el efecto, Jeannie descubrió que la anestesia se había agotado durante la operación, y el anestesista no se había dado cuenta. Lo demandó y le pagaron $150.000 por el sufrimiento causado.
4- Sidney L. Williams
Sidney L. Williams tuvo que someterse a una cirugía a corazón abierto, le dieron la anestesia y se durmió. Pero por desgracia, se despertó cuando le estaban abriendo el esternón.
Trató de decirles a los médicos que estaba despierto, pero no logró hacer ningún sonido, moverse ni hablar. Ni siquiera podía llorar. Escuchó a los médicos debatir sobre el estado de su corazón, y después sintió el dolor más fuerte de su vida.
Afortunadamente logró sobrevivir a la operación. Sin embargo, la cirugía le dejó pesadillas horribles.
5- Donna Penner
Donna Penner necesitaba someterse a una cirugía en su abdomen. Le pusieron anestesia y se despertó cuando las enfermeras le estaban haciendo un lavado de estómago. Pensó que ya habían terminado, pero no fue así.
Sintió que el cirujano la abrió, sintió como deslizaba los instrumentos médicos por su abdomen y sintió que movían sus órganos. Sufrió los 90 minutos de operación.
Una vez que se despertó de la intervención, el anestesista le dijo que era algo que a veces ocurría y se fue. No le ofrecieron ningún tipo de ayuda para recuperarse de la terrible experiencia.
A partir de entonces, sufrió ansiedad y depresión, perdió su trabajo y sus relaciones se dificultaron.
6- Carol Weihrer
Tras 17 cirugías para tratar de salvar su ojo de una córnea rasgada, los médicos finalmente le recomendaron quitárselo. Y Carol por una parte se sintió aliviada después de tanto dolor.
La operación comenzó con éxito. Pero en un momento se despertó y escuchó decir: "Corta más profundo". Se asustó, pero no podía hablar ni moverse.
Todo lo que pudo hacer fue escuchar como los médicos hablaban sobre quitarle el ojo, sentir un tirón extremo y después verlo todo negro. Si bien no sintió dolor, la sensación de impotencia fue tan grande que le causó grandes traumas. Sufre estrés postraumático.
7- Sherman Sizemore
Sherman Sizemore se sometió a una cirugía exploratoria para encontrar la causa de su dolor abdominal.
Le suministraron calmantes para que no se moviera, pero no anestesia general. Así que tuvo que sufrir los 29 minutos de operación.
Un cuarto de hora después de empezar la intervención, el anestesista se dio cuenta de su error y le administró un agente inductor de amnesia, sin contarle a nadie lo que había ocurrido. Después de la cirugía, se despertó ansiosamente.
Pensó que había experimentado la operación, pero no sabía si sus recuerdos eran reales. La dura experiencia le cambió por una persona totalmente diferente. Sufrió problemas para dormir y horribles pesadillas.
8- Alexandra Bythell
La anestesia de Alexandra Bythell se redujo poco después de que comenzara la cirugía de apendicitis. Ella se despertó y comenzó a entrar en pánico, tenía los ojos tapados con cinta adhesiva y no podía respirar.
Estaba paralizada, sintió que alguien la empujaba, y de repente oyó: "Más morfina", y volvió a dormirse.
Cuando despertó, les preguntó que había ocurrido y le dijeron que habían sido alucinaciones. Tras mucho insistir, confesaron no haber verificado los niveles de la máquina de anestesia. Su salud mental no volvió a ser igual desde entonces.
9- Sra. Y
La Sra. Y tenía apendicitis y hemorragia ovárica, y necesitaba cirugía. La durmieron, pero se despertó antes de que el procedimiento terminara.
Sintió un corte en su abdomen y algo moviéndose dentro de ella. Trató de abrir los ojos pero no puedo, e inmediatamente después se desmayó.
Se quejó al hospital pero nunca recibió una respuesta oficial. La investigación posterior descubrió que la máquina de la anestesia había fallado durante la cirugía, un error que pasó inadvertido durante 25 minutos hasta que el cirujano vio moverse los músculos abdominales de la Srta. Y, alertó al anestesista, y este aumentó la dosis.
10- Diana Todd
Diana Todd fue sometida a anestesia para someterse a una histerectomía. Se despertó y sintió como la hoja la cortaba una y otra vez. El dolor era insoportable y la agonía indescriptible. Intentaba gritar pero no podía, los calmantes la habían paralizado.
Tras despertar, una enfermera le dijo que no podía estar despierta, que todo estaba en su cabeza. Empezó a pensar que se estaba volviendo loca y a sufrir claustrofobia. De hecho incluso pensó en suicidarse.