Lee con detenimiento estos 10 alimentos que tras ingerirlos te podrían dar una ingrata sorpresa:
1- Las hojas de ruibarbo
Los tallos de ruibarbo son muy utilizados en la repostería pero sus hojas no. Esto se debe a que las hojas contienen ácido oxálico en altas concentraciones. Este ácido es el que se encuentra en la lejía. Comer algunas hojas harán que tu boca, estómago y garganta se quemen pero comer demasiadas podría llevarte a sufrir convulsiones y después la muerte.
2- Cerezas
El interior de las semillas de las cerezas contienen compuestos cianogénicos. Esto significa que si abres el hueso y lo aplastas obtienes cianuro. Por suerte son difíciles de romper. Ya que sólo se necesitan uno o dos para morir, intenta no tragarlos.
3- Blighia sapida
Esta fruta no es del todo común pero si vas a consumirla asegúrate de que está madura ya que sino te matará. Tanto el fruto como las semillas contienen hipoglicina A y B, las toxinas responsables de causar vómitos e incluso la muerte.
4- Semillas de ricino
Los granos contienen ricina, por lo que los fabricantes tienen especial cuidado para crear los aceites de ricino. De lo contrario muchos cosméticos y cremas te matarían.
5- Bayas de saúco
Estas bayas contienen glicósidos en sus tallos y hojas por lo que son realmente peligrosas de consumir.
6-Almendras amargas
Comemos habitualmente almendras dulces lo que no acarrea ningún problema pero las almendras salvajes amargas y crudas pueden provocar un problema estomacal si comes unas pocas pero si comes más de 50 pueden matarte.
7- Habas
Las habas pueden ser realmente peligrosas ya que si se comen crudas o bebes el agua en el que las has cocido puedes consumir suficiente cianuro de hidrógeno como para matarte.
8- Nuez moscada
Tomar un poco de nuez moscada no hará ningún daño pero si la consumes cucharada tras cucharada puede ser mortal.
9- Canela
Comer canela no es peligroso pero llegar a inhalarla puede ser mortal ya que causa inflamación en los pulmones, suficiente para cortar el suministro de aire.
10- Cacahuetes y mariscos
Las personas alérgicas a estos alimentos pueden tener reacciones muy violentas, lo suficiente para provocar la muerte.